domingo, 8 de marzo de 2009

UNA LLAMADA TELEFÓNICA DEL MUERTO

UNA LLAMADA TELEFÓNICA DEL MUERTO

Karl Upoff, ex músico de rock, cree hoy en la vida de ultratumba. La razón: una llamada telefónica de su difunta abuela, recibida en 1969.

Karl tenía diecioho años cuando murió su abuela materna Había existido un lazo especial entre ellos, y cuando la anciana se quedó sorda en sus últimos años, pedía a menudo ayuda a Karl. Como éste no estaba siempre en casa, tenía ella la cotumbre de telefonear a sus amigos para encontrarle. Y como no podía oír siquiera si alguien se ponía al teléfono, se limitaba a marcar el número, esperar unos momentos y decir: "¿Está karl, ahí?. Dígale que venga en seguida a casa". Repetía el mensaje varias veces y después colgaba y marcaba el úmero siguiente de su lista. Sin embargo, estas llamadas terminaron dos años antes de su muerte en 1969, cuando la hermana de Karl empezó a cuidar de ella.

Dos días después de la muerte de la mujer, Karl decidió visitar sin previo aviso la casa de Mr. y Mrs. D'Alessio, en Montclair, Nueva Yersey; el hijo del matrimonio, Peter, era amigo suyo. Peter y Karl estaban hablando en el sótano cuando sonó arriba el teléfono. Los jóvenes pudieron oír que Mrs. D'Alessio hablaba impacientemente con la persona que llamaba y parecía bastante disgustada. Karl se quedó pasmado cuando ella le llamó.

"Una anciana está al teléfono —grito— . Dice que es tu abuela y que te necesita. Lo repite una y otra vez."

Karl subio corriendo para ponerse a teléfono, pero cuando llegó se había cortado la comunicación. Pero aquella noche, ya de vuelta en casa, recibió Karl una serie de llamdas telefónicas. Nadie estaba en la línea al levantar él el auricular.

¿Fue la llamada una broma de mal gusto?. Esa posibilidad parece sumamente dudosa. Al ser interrogado por un investigador, Karl afirmó que ninguno de sus actuales amigos conocía las llamadas que solia hacerle su abuela, y que los D'Alessio eran amigos recientes. También añadió que había ido a visitarles espontáneamente y que nadie podía saber su paradero cuando se había recibido la llamada.

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