EL VUELO HACIA NINGUNA PARTE
El 5 de diciembre de 1945, cinco bombarderos torpederos despegaron de Fort Lauderdale Florida, en un ejercicio de navegación aérea de 650 kilómetros, identificado como vuelo 19. Los aviones, considerados en perfectas condiciones operacionales en el momento del despegue, eran tripulados por pilotos experimentales como el teniente Charles Carrol Taylor entre otros 14 pilotos y tripulantes.
La ruta debería de llevarles hacia el Este, luego al Norte, sobre la isla de Gran Bahama antes de dirigirse hacia el Sudoeste, rumbo a la base. Todo esto dentro del área conocida como el Triángulo de las Bermudas. En cambio, las maniobras resultaron en un vuelo de cinco horas hacia ninguna parte.
Ya hacia las dos horas de vuelo Taylor comunicó que ambas brújulas se encontraban inexplicablemente defectuosas, no señalaban ni donde estaban ni hacia donde iban. Ellos, por alguna razón desconocida, supusieron que se hallaban en algún lugar sobre los cayos de Florida, a unos 300 kilómetros fuera de la trayectoria prescrita.
Durantetres horas las ondas de radio no captaron más que mensajes confusos y fragmentarios, hasta que Taylord anunció que intentarían aterrizar los aviones en el agua, ya que corrían el riesgo de quedarse sin combustible.
A pesar de los cinco días de búsqueda intensa, cubriendo un área de 550.000 kilómetros, durante los cuales un avión de rescate Martin Mariner con 15 tripulantes, también desapareció, jamás se encontró el menor rastro de los cinco bombarderos. Es posible que los aviadores no pudiéran escapar antes que los aviones se hundieran, pero ni siquiera las 400 páginas de informe naval respondieron a todas las preguntas acerca de las extrañas circunstancias que llevaron a la desaparición del hombre.
Ya hacia las dos horas de vuelo Taylor comunicó que ambas brújulas se encontraban inexplicablemente defectuosas, no señalaban ni donde estaban ni hacia donde iban. Ellos, por alguna razón desconocida, supusieron que se hallaban en algún lugar sobre los cayos de Florida, a unos 300 kilómetros fuera de la trayectoria prescrita.
Durantetres horas las ondas de radio no captaron más que mensajes confusos y fragmentarios, hasta que Taylord anunció que intentarían aterrizar los aviones en el agua, ya que corrían el riesgo de quedarse sin combustible.
A pesar de los cinco días de búsqueda intensa, cubriendo un área de 550.000 kilómetros, durante los cuales un avión de rescate Martin Mariner con 15 tripulantes, también desapareció, jamás se encontró el menor rastro de los cinco bombarderos. Es posible que los aviadores no pudiéran escapar antes que los aviones se hundieran, pero ni siquiera las 400 páginas de informe naval respondieron a todas las preguntas acerca de las extrañas circunstancias que llevaron a la desaparición del hombre.
El 5 de diciembre de 1945, cientos de aviones grandes y pequeños han desaparecido en el Triángulo de las Bermudas sin dejar rastros, de los cuales el 20% desapareció a principios de diciembre y casi siempre el día 5. Pero el mes de diciembre no se incluye en la temporada de los huracanes.
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