miércoles, 11 de marzo de 2009

LA CAJA MISTERIOSA

LA CAJA MISTERIOSA
(Increible encuentro en un Manuscrito de 1871)

Durante casi un siglo, el relato del encuentro cercano vivido en 1871 por el fabricante de ataúdes William Robert Loosley permaneció guardado en un cajón secreto de su escritorio. El manuscrito salió a la luz cuando la tataranieta de Loosley lo encontró mientras estaba limpiando en un trastero y se sentó a leerlo: era la crónica del descenso de una nave espacial en Buckinghamshire. En su narración manuscrita, el carpintero de High Wycombe cuenta que el 4 de octubre se despertó en medio de la noche, intranquilo y sudoroso. Cuando salió para tomar aire, vio una luz semejante a una estrella, pero "más luminosa que la luna llena" y acompañada de un gran estruendo, aunque la noche era particularmente serena. Oscilando el objeto volador descendió hacia un bosquecillo cercano. Al día siguiente, Loosley se dirigió a la zona donde vió bajar el objeto y encontró una extraña caja blanca metálica, de unos 45 centímetro de altura y cubierta de tachuelas, que tocó con su bastón de paseo. La misteriosa "caja" se animó, abriendo primero una especie de ojo —cubierto por una lente de cristal de un par de centímetros de grosor— y a continuación otro ojo, que emitió un haz cegador de luz purpúrea. Por último, se abrió un tercer orificio, por el que salió una varilla.

PERSECUCIÓN EN EL BOSQUE

Loosley echó a correr, pero la caja comenzó a perseguirlo, dejando a su paso una huella de tres pequeños surcos. Al llegar a un claro, Loosley se detuvo para recuperar el aliento y la caja interrumpió también la carrera, al tiempo que extendía entre los arbustos una especie de "garra". En ese momento, la luz purpúrea iluminó el cuerpo inerte de un pequeño animal, que después de ser rociado por un líquido, proyectado de la varilla, fue arrastrado hacia el interior de la extraña caja. A través de una abertura más grande que había aparecido a uno de sus lados. Hecho esto la máquina volvió a emprender, la persecución del hombre, que en la huida perdió el bastón. La caja se apoderó del bastón de Loosley y comenzó a empujarlo en dirección a otro artefacto metálico de mayores dimensiones. El carpintero seguido por un globo volante semejante a la luna, que emitía una secuencia de luces, corrió a su casa, entró y cerró la puerta con doble llave. Por la noche, conmocionado aún por la extraordinaria experiencia, vio un objeto luminoso que descendía sobre el claro donde se había producido el encuentro y decidió redactar unas notas sobre lo sucedido, que guardó en un cajón secreto del escritorio. En opinión del físico Daniel Langford, que dedicó una monografía al episodio (An Account of a Meeting with Denizens of Another World). El manuscrito ha superado todas las pruebas de autenticidad. No es una falsificación, porque la muerte del autor, acaecida en 1893, excluye totalmente la posibilidad de que pudiese conocer los conceptos científicos que aparecen en su relato."

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