BIPOLARIDAD Y GEMELAJE
Las teorías aquí expuestas se hacen documento en un caso de contacto extraterrestre que nos gustaría analizárais con profundidad, pues nos descubre una realidad impresionante. Veremos aquí lo que es el gemelaje y la bipolaridad.
"Miguel Herrero Sierra, de treinta y cuatro años de edad, conductor de profesión y vecino de Alcalá de Henares, nos relata la experiencia que le permitió presumiblemente, entrar en contacto con seres extraterrestres de tipología 1.
"Soy aficionado a la pesca. Aquel día —en la madrugada del 18 de diciembre de 1977— decidí irme al pantano de Buendía. Cogí la furgoneta de la empresa y salí de casa, sobre las cinco de la madrugada. Había pasado ya el pueblo de Tendilla sobre las seis y pico ( a 24 kms. de Guadalajara sobre la Nacional 320), y de pronto, me quedé sin luces en el coche e incluso se apagó la radio. Me bajé e intenté encontrar la avería, sin resultado, entonces, acerqué el coche a la cuneta y lo metí por un camino frente de Peñalver, donde no molestara, esperando a que se hiciera de día.
"Había nubes bajas, salí un momento del coche y oí que me llamaban: —¡Oíga, el de la furgoneta!—, distinguí una masa negra a unos cincuenta metros de mí sospechando que pudiera tratarse de algun camionero con su vehículo atascado o algo así —sé que ahí no existe ninguna construcción— me acerqué después de cerrar mi coche. En ese momento vi a un hombre que iba con un buzo, un mono blanco, que en principio a mi me pareció como un mecánico, el cual dijo que le acompañara."
En ese instante Miguel Herrero afirma que empezó a notar calor, al tiempo que percibá un olor picante que en principio no identificó, pero que luego compararía al de un "bosque de pinos".
Siguió al hombre y distinguió un extraño aparato en forma de sombrero, del cual, cuando estaban a tres o cuatro metros, salió por debajo un cilindro hacia el suelo, iluminándolo todo.
Miguel Herrero afirmaría al diario"El Pueblo", de Madrid: "Me parecó una solemne tontería salir corriendo, porque pensé que si querían hacerme algo, me lo habrían hecho ya. No soy una persona miedosa, así que le seguí."
"Se abrió una puerta corredera en el cilindro; era metálico y estaba helado, y quedó a la distancia de un escalón del suelo. Un ascensor nos llevó a la puerta de arriba, a una sala muy grande donde había muchos controles."
En ese momento Miguel Herrero sufrió un ligero desvanecimiento del que se recuperó a los pocos instantes. Entonces fue cuando empezó a hacer la composición del lugar, fruto de lo cual han sido unos bocetos en los que ha intentado, una vez pasada su experiencia, reflejar todo lo que vió, lo más fielmente posible; así como unas anotaciones intentando describir aquellas instalaciones con la recopilación de sus recuerdos.
En los apuntes se puede leer textualmente:
"Las dimensiones del aparato, teniendo en cuenta que son aproximadas, comparándolas con un metro sesenta y cinco que es mi estatura, serían: de la base del cilindro hasta la parte superio de la copa del "sombrero" de unos diez metros.
"El cilindro inferior tendría unos tres metros y medio de altura por tres de diámetro.
"La sala de control tendría de dieciséis a dieciocho metros y la altura, algo más que la del cilindro, o sea, de cuatro a cinco metros.
"El anillo o "alas", que vi nítidamente entre el cuello lleno de estrellas y el borde interior iluminado, podría tener de dos a dos metros y medio.
"La cabina de pilotos" era una pieza circular de unos dieciséis a dieciocho metros, iluminada con una luz blanca, procedente del techo y paredes, como si todo ello fuese una enorme lámpara de neón, que no molestaba en absoluto a los ojos, aunque su luz era muy intensa.
"Todo alrededor de las paredes, cinco, a modo de mostradores separados por una especie de armarios transparentes, se encontraban los tableros de mando con una pantalla de televisión de unos dos metros de largo por uno de ancho. Y en cada mesa o tablero, un sinfín de luces, indicadores y palancas (algunas de estas luces no pararon de oscilar en todo momento el tiempo que estuve allí dentro).
"Frente al tablero, por encima del aparato del televisión, la pared se hacía transparente a voluntad del operador como pude ver luego.
"Delante de los mandos, un asiento, de algo que me pareció acero y esponja, con un pedal que permitía al operador desplazars sobre unos carriles de un extremo a otro de la consola".
"Eran, si estaban todos, diesciséis".
"De aspecto igual al nuestro; tanto que vestidos con nuestras ropas, hubieran pasado desapercbidos entre nosotros. Vestían un mono de color blanco, con una única excepción de uno de ellos, que sobre la parte superior izquierda del mismo, en el pecho, llevaba un círculo rojo. Todo el tiempo aquella forma de diálogo inaudible —ya que en ningún momento noté que movieran los labios— la mantuve con ese hombre que parecía que fuera el jefe, y que para mi se identificó como Mayor Martins, el cual me explicó que sus naves se materializaban y desmaterializaba a su gusto. Que su nave era de tipo exploradora y que había más en diversas partes, las cuales tendrían que volver más tarde a un punto determinado, donde les esperaba una nave base (nodriza), que les devolvería a su lugar de origen. Para su defensa, podían crear un campo magnético de 15 ó 20 metros alrededor de la nave, para evitar posibles ataques.
"El "Mayor Martins" explicó que su funcionamiento estaba motivado por cargas magnéticas de repulsió y atracción. Llegaron a nosotros, básicamente, debido a una casualidad. Calculando una velocidad determinada para desplazarse, encontraron un vacío y fue así como llegaron a nuestra dimensión hace aproximadamente dos mil años. No llevaban armas porque no las necesitaban, también le dijeron que aquí se encontraron con gente del espacio exterior y más específicamente que en el Perú habian vivido otras razas extraterrestres, que realizaban experimentos para crear una raza que se fusionara con la raza terrestre.
HUMANIDAD PARALELA
A Miguel Herrero Sierra, su interlocutor le contó diversos contactos efectuados en Francia, Estados Unidos, Rusia, y Argentina, pero quizás, el aspecto más llamativo de esa conversación es cuando Miguel añade:
"Solamente me asusté al ver a un hombre, que era exactamente igual a mi. Estaba sentado de espaldas, giró su asiento de los mandos y se quedó mirándome. Entonces como te digo fue cuando me di un gran susto. Mi primera reacción —me dio la impresión de encontrarme ante un espejo— fue lo de acercarme a él, no con ánimo de agredirle, ni mucho menos, sino sólo para ver a alguien como yo, de cerca. Y entonces fue cuando no me dejaron ir, no porque no pudiera físicamente, ya que nadie me lo impedía, sino porque me dijeron que no podíamos entrar en contacto, ya que él era algo así como mi negativo. Era exactamente igual que yo, a excepción de la cicatríz que tengo en la mejilla izquierda: él la tenía en la derecha.
Me dieron a entender como explicación que ellos y nosotros somos paralelos. El ejemplo fue el de la fotografía: nosotros somos el negativo y ellos el positivo o viceversa. Haciendo hincapié, en que cualquier cosa que nosotros hiciéramos, a ellos les repercutiría, y que si uno de nosotros moría, por cualquier cosa, su negativo —por seguir llamándole así— también fallecía. Me dijeron que si tenía idea de física, por ejemplo, dos polos opuestos en un imán se atraen y eso es lo que nos ocurría nosotros en un momento dado a menor descuido. Quizás por este motivo, a él le hicieron salir y no volví a verle."
Miguel Herrero estuvo en aquella sala aproximadamente tres hora. Un poco más tarde de las nueve y media de la mañana, se encontró de nuevo junto a su coche. A lo largo de ese tiempo, —que a él le pareció tan corto, como un cuarto de hora—, estuvo en contacto con unos seres que en ningún momento le hicieron daño. Únicamene notó cuando ya se encontraba fuera del aparato, un pinchazo en el brazo derecho, aunque no recuerda si se lo hicieron.
"Cuando salí del coche, estaba muy nervioso y pude apreciar cómo el objeto c0n un leve zumbido, se alejaba a una velocidad increible".
Es de destacar el cambio sufrido a través de la experiencia vivida por Miguel Herrero, el cual a vuelto varias veces al lugar del suceso, en esperar de que se vuelva a producir el encuentro y afirma:
"En cuanto a mi interior, aunque no sea capaz de explicarlo fácilmente, me ha supuesto una especie de trastocamiento de las cosas que yo creía y pensaba respecto a estos asuntos. He visto todo tan fácil de explicar, que me parece un absurdo, montar estos problemas que han surgido entre expertos cintíficos. Por otra parte, no temo en absoluto al ridículo."
Las primeras investigaciones que se efectuaron, fueron sobre el terreno de los hecho, sin encontrar ningún rastro visible.
Fueron analizadas muestras de vegetación y tierra, con resultados negativos.
Se recopilaron la mayoría de datos posibles, utilizando para tal fin diferentes cuestionarios, así como las entrevistas efectuadas por el diario "El Pueblo".
Todo el material fue sometido a minuciosos análisis, encontrando en el mismo algunas lagunas, por lo que se optó con el consentimiento del testigo, y la colaboración del equipo del Doctor Jimenez del Oso, por efectuar análisis hipnótico y narcoanálisis o "suero de la verdad", consistente e pentotal por vía endovenosa, para lo cual y ante el numeroso grupo de especialistas que sometido a una técnica de sofronización simple dirigida, debiendo desistir de la hipnosis profunda y del narcoanálisis, al ser detectada una enfermedad cardíaca.
Durante la sesión el testigo relató punto por punto, toda la experiencia vivida, quedando sin contestar aquellas preguntas más comprometidas,como si Miguel Herrero hubiera recibido una orden posthipnótica, dentro de una amnésia,ya que su relato no cubre las tres horas que permaneció dentro del OVNI.
En cuanto a la personalidad del testigo, hay que observar que es aficionado a la lectura, prefiriendo los clásicos. A pesar de su profesión de coductor, es un hombre de cultura, tiene el Bachilerato y dejó a medias la carrera de magisterio. Tiene amplios conocimientos de francés, inglés, italiano y alemán, no es partidario en absolto de la "ciencia-ficción" y hasta ese momento, como él mismo declararía, "no creía en estas cosas" ("Mundo Desconocido" Nº 21)
Este caso nos presenta una de las Leyes Cósmicas: "Todo ente tiene su opuesto", pues todo está sujeto a la bipolaridad universal. Pero...¿cómo se crea esa bipolaridad?...El átomo de hidrógeno que es, como hemos dicho tantas veces, la estructura básica de edificio cósmico y la residencia del Espíritu Santo, existe sometido a ambas polaridades (+, -) y esta desestabilización produce el movimiento en espiral que es la forma básica de los sistemas galácticos y universales.
Las teorías aquí expuestas se hacen documento en un caso de contacto extraterrestre que nos gustaría analizárais con profundidad, pues nos descubre una realidad impresionante. Veremos aquí lo que es el gemelaje y la bipolaridad.
"Miguel Herrero Sierra, de treinta y cuatro años de edad, conductor de profesión y vecino de Alcalá de Henares, nos relata la experiencia que le permitió presumiblemente, entrar en contacto con seres extraterrestres de tipología 1.
"Soy aficionado a la pesca. Aquel día —en la madrugada del 18 de diciembre de 1977— decidí irme al pantano de Buendía. Cogí la furgoneta de la empresa y salí de casa, sobre las cinco de la madrugada. Había pasado ya el pueblo de Tendilla sobre las seis y pico ( a 24 kms. de Guadalajara sobre la Nacional 320), y de pronto, me quedé sin luces en el coche e incluso se apagó la radio. Me bajé e intenté encontrar la avería, sin resultado, entonces, acerqué el coche a la cuneta y lo metí por un camino frente de Peñalver, donde no molestara, esperando a que se hiciera de día.
"Había nubes bajas, salí un momento del coche y oí que me llamaban: —¡Oíga, el de la furgoneta!—, distinguí una masa negra a unos cincuenta metros de mí sospechando que pudiera tratarse de algun camionero con su vehículo atascado o algo así —sé que ahí no existe ninguna construcción— me acerqué después de cerrar mi coche. En ese momento vi a un hombre que iba con un buzo, un mono blanco, que en principio a mi me pareció como un mecánico, el cual dijo que le acompañara."
En ese instante Miguel Herrero afirma que empezó a notar calor, al tiempo que percibá un olor picante que en principio no identificó, pero que luego compararía al de un "bosque de pinos".
Siguió al hombre y distinguió un extraño aparato en forma de sombrero, del cual, cuando estaban a tres o cuatro metros, salió por debajo un cilindro hacia el suelo, iluminándolo todo.
Miguel Herrero afirmaría al diario"El Pueblo", de Madrid: "Me parecó una solemne tontería salir corriendo, porque pensé que si querían hacerme algo, me lo habrían hecho ya. No soy una persona miedosa, así que le seguí."
"Se abrió una puerta corredera en el cilindro; era metálico y estaba helado, y quedó a la distancia de un escalón del suelo. Un ascensor nos llevó a la puerta de arriba, a una sala muy grande donde había muchos controles."
En ese momento Miguel Herrero sufrió un ligero desvanecimiento del que se recuperó a los pocos instantes. Entonces fue cuando empezó a hacer la composición del lugar, fruto de lo cual han sido unos bocetos en los que ha intentado, una vez pasada su experiencia, reflejar todo lo que vió, lo más fielmente posible; así como unas anotaciones intentando describir aquellas instalaciones con la recopilación de sus recuerdos.
En los apuntes se puede leer textualmente:
"Las dimensiones del aparato, teniendo en cuenta que son aproximadas, comparándolas con un metro sesenta y cinco que es mi estatura, serían: de la base del cilindro hasta la parte superio de la copa del "sombrero" de unos diez metros.
"El cilindro inferior tendría unos tres metros y medio de altura por tres de diámetro.
"La sala de control tendría de dieciséis a dieciocho metros y la altura, algo más que la del cilindro, o sea, de cuatro a cinco metros.
"El anillo o "alas", que vi nítidamente entre el cuello lleno de estrellas y el borde interior iluminado, podría tener de dos a dos metros y medio.
"La cabina de pilotos" era una pieza circular de unos dieciséis a dieciocho metros, iluminada con una luz blanca, procedente del techo y paredes, como si todo ello fuese una enorme lámpara de neón, que no molestaba en absoluto a los ojos, aunque su luz era muy intensa.
"Todo alrededor de las paredes, cinco, a modo de mostradores separados por una especie de armarios transparentes, se encontraban los tableros de mando con una pantalla de televisión de unos dos metros de largo por uno de ancho. Y en cada mesa o tablero, un sinfín de luces, indicadores y palancas (algunas de estas luces no pararon de oscilar en todo momento el tiempo que estuve allí dentro).
"Frente al tablero, por encima del aparato del televisión, la pared se hacía transparente a voluntad del operador como pude ver luego.
"Delante de los mandos, un asiento, de algo que me pareció acero y esponja, con un pedal que permitía al operador desplazars sobre unos carriles de un extremo a otro de la consola".
"Eran, si estaban todos, diesciséis".
"De aspecto igual al nuestro; tanto que vestidos con nuestras ropas, hubieran pasado desapercbidos entre nosotros. Vestían un mono de color blanco, con una única excepción de uno de ellos, que sobre la parte superior izquierda del mismo, en el pecho, llevaba un círculo rojo. Todo el tiempo aquella forma de diálogo inaudible —ya que en ningún momento noté que movieran los labios— la mantuve con ese hombre que parecía que fuera el jefe, y que para mi se identificó como Mayor Martins, el cual me explicó que sus naves se materializaban y desmaterializaba a su gusto. Que su nave era de tipo exploradora y que había más en diversas partes, las cuales tendrían que volver más tarde a un punto determinado, donde les esperaba una nave base (nodriza), que les devolvería a su lugar de origen. Para su defensa, podían crear un campo magnético de 15 ó 20 metros alrededor de la nave, para evitar posibles ataques.
"El "Mayor Martins" explicó que su funcionamiento estaba motivado por cargas magnéticas de repulsió y atracción. Llegaron a nosotros, básicamente, debido a una casualidad. Calculando una velocidad determinada para desplazarse, encontraron un vacío y fue así como llegaron a nuestra dimensión hace aproximadamente dos mil años. No llevaban armas porque no las necesitaban, también le dijeron que aquí se encontraron con gente del espacio exterior y más específicamente que en el Perú habian vivido otras razas extraterrestres, que realizaban experimentos para crear una raza que se fusionara con la raza terrestre.
HUMANIDAD PARALELA
A Miguel Herrero Sierra, su interlocutor le contó diversos contactos efectuados en Francia, Estados Unidos, Rusia, y Argentina, pero quizás, el aspecto más llamativo de esa conversación es cuando Miguel añade:
"Solamente me asusté al ver a un hombre, que era exactamente igual a mi. Estaba sentado de espaldas, giró su asiento de los mandos y se quedó mirándome. Entonces como te digo fue cuando me di un gran susto. Mi primera reacción —me dio la impresión de encontrarme ante un espejo— fue lo de acercarme a él, no con ánimo de agredirle, ni mucho menos, sino sólo para ver a alguien como yo, de cerca. Y entonces fue cuando no me dejaron ir, no porque no pudiera físicamente, ya que nadie me lo impedía, sino porque me dijeron que no podíamos entrar en contacto, ya que él era algo así como mi negativo. Era exactamente igual que yo, a excepción de la cicatríz que tengo en la mejilla izquierda: él la tenía en la derecha.
Me dieron a entender como explicación que ellos y nosotros somos paralelos. El ejemplo fue el de la fotografía: nosotros somos el negativo y ellos el positivo o viceversa. Haciendo hincapié, en que cualquier cosa que nosotros hiciéramos, a ellos les repercutiría, y que si uno de nosotros moría, por cualquier cosa, su negativo —por seguir llamándole así— también fallecía. Me dijeron que si tenía idea de física, por ejemplo, dos polos opuestos en un imán se atraen y eso es lo que nos ocurría nosotros en un momento dado a menor descuido. Quizás por este motivo, a él le hicieron salir y no volví a verle."
Miguel Herrero estuvo en aquella sala aproximadamente tres hora. Un poco más tarde de las nueve y media de la mañana, se encontró de nuevo junto a su coche. A lo largo de ese tiempo, —que a él le pareció tan corto, como un cuarto de hora—, estuvo en contacto con unos seres que en ningún momento le hicieron daño. Únicamene notó cuando ya se encontraba fuera del aparato, un pinchazo en el brazo derecho, aunque no recuerda si se lo hicieron.
"Cuando salí del coche, estaba muy nervioso y pude apreciar cómo el objeto c0n un leve zumbido, se alejaba a una velocidad increible".
Es de destacar el cambio sufrido a través de la experiencia vivida por Miguel Herrero, el cual a vuelto varias veces al lugar del suceso, en esperar de que se vuelva a producir el encuentro y afirma:
"En cuanto a mi interior, aunque no sea capaz de explicarlo fácilmente, me ha supuesto una especie de trastocamiento de las cosas que yo creía y pensaba respecto a estos asuntos. He visto todo tan fácil de explicar, que me parece un absurdo, montar estos problemas que han surgido entre expertos cintíficos. Por otra parte, no temo en absoluto al ridículo."
Las primeras investigaciones que se efectuaron, fueron sobre el terreno de los hecho, sin encontrar ningún rastro visible.
Fueron analizadas muestras de vegetación y tierra, con resultados negativos.
Se recopilaron la mayoría de datos posibles, utilizando para tal fin diferentes cuestionarios, así como las entrevistas efectuadas por el diario "El Pueblo".
Todo el material fue sometido a minuciosos análisis, encontrando en el mismo algunas lagunas, por lo que se optó con el consentimiento del testigo, y la colaboración del equipo del Doctor Jimenez del Oso, por efectuar análisis hipnótico y narcoanálisis o "suero de la verdad", consistente e pentotal por vía endovenosa, para lo cual y ante el numeroso grupo de especialistas que sometido a una técnica de sofronización simple dirigida, debiendo desistir de la hipnosis profunda y del narcoanálisis, al ser detectada una enfermedad cardíaca.
Durante la sesión el testigo relató punto por punto, toda la experiencia vivida, quedando sin contestar aquellas preguntas más comprometidas,como si Miguel Herrero hubiera recibido una orden posthipnótica, dentro de una amnésia,ya que su relato no cubre las tres horas que permaneció dentro del OVNI.
En cuanto a la personalidad del testigo, hay que observar que es aficionado a la lectura, prefiriendo los clásicos. A pesar de su profesión de coductor, es un hombre de cultura, tiene el Bachilerato y dejó a medias la carrera de magisterio. Tiene amplios conocimientos de francés, inglés, italiano y alemán, no es partidario en absolto de la "ciencia-ficción" y hasta ese momento, como él mismo declararía, "no creía en estas cosas" ("Mundo Desconocido" Nº 21)
Este caso nos presenta una de las Leyes Cósmicas: "Todo ente tiene su opuesto", pues todo está sujeto a la bipolaridad universal. Pero...¿cómo se crea esa bipolaridad?...El átomo de hidrógeno que es, como hemos dicho tantas veces, la estructura básica de edificio cósmico y la residencia del Espíritu Santo, existe sometido a ambas polaridades (+, -) y esta desestabilización produce el movimiento en espiral que es la forma básica de los sistemas galácticos y universales.
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